Silencio

Tengo a veces esa extraña necesidad de no hablar con nadie, de no decir nada, desaparezco del mundo, no llamo, tampoco contesto, me alejo. Mi cabeza atribulada con mis miedos, mis “rayes”, mis inseguridades y mis obsesiones se queda sin espacio para procesar conversaciones, para mostrarse empática, para asentir, para opinar o para dejar pasar. A veces son días, a veces semanas, ahora con más frecuencia el silencio parece lo único que me reconforta.